Bonito merdel

El que se ha montado en todo el puto mundo «civilizado». De éste no salimos. No hay esperanza, por mucho que diga el tontopolla de Al Gore. Estamos jodidos. Sólo nos queda esperar el colapso y disfrutar lo que se pueda. Tragar saliva y enfrentarse al resto de la raza humana sabiendo que la decepción vendrá prácticamente de seguido. Todos somos gilipollas, algunos más y algunos menos; unos lo reconocemos, otros no, pero no se escapa ni un jodido ser humano. Normalmente los que más serios parecen suelen ser también los más imbéciles. Hay que joderse.

Lo mejor que podría pasarle ahora al mundo es una buena dosis de destrucción natural estilo meteorito gigante, pandemia extrema, glaciación… Pero en el jodido primer mundo. Europa y Norteamérica arrasadas. La destrucción de los destructores. La caída de la cima evolutiva. Si hubiera puta justicia en el universo… pero no la hay.

La verdad es que todo esto me la trae bien floja. ¿Será un puto efecto secundario de escuchar Korn? (Right now)

1 comentario

  1. Yeah!! esos korn!
    jajaja… buen video, me enkantan estos cabrones chingones wey
    esta chido

    Abrazos desde Putaplona!


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  • Ya somos...

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  • SIVAINVI – Phillip K. Dick

    Dios puede ser bondadoso y terrible, no en sucesión, sino al mismo tiempo. Esa es la razón por la que buscamos un mediador entre nosotros y él; nos aproximamos a él por mediación del sacerdote y lo atenuamos y lo cercamos a través de los sacramentos. Lo hacemos por nuestra propia seguridad: para atraparlo en confines que lo vuelvan inofensivo. Pero ahora, como Fat lo había percibido Dios había escapado de esos confines y estaba transubstanciando el mundo; Dios estaba en libertad. Los dulces sonidos del coro que canta «Amén, amén» no tiene por fin serenar a la congregación, sino apaciguar al dios. Cuando se sabe esto, se ha penetrado en la más íntima médula de la religión. Y lo peor es que el dios puede lanzarse hacia fuera al encuentro de la congregación hasta convertirse en ella. Uno venera a un dios y éste paga posesionándose de uno. Esto se llama en griego «enthousiasmos», literalmente, «ser poseído por el dios.» De todos los dioses griegos, Dionisio era el que mayor probabilidades tenía de hacerlo. Y, desdichadamente, Dionisio era loco. Dicho de otra manera —invirtiendo la enunciación— si un dios se posesiona de uno, no importa el nombre que reciba, lo más probable es que se trate en realidad de alguna forma asumida por Dionisio, el dios loco. Era también el dios de la intoxicación que, literalmente, puede significar la ingestión de toxinas, es decir, tomar veneno. El peligro está presente. Si se lo percibe, se intenta huir. Pero si se huye lo tiene a uno en su poder de cualquier modo, porque el semidiós Pan era la base de pánico, que es el incontrolable impulso de huida, y Pan es una subforma de Dionisio. De modo que, al tratar de huir de Dionisio, uno está en su poder de cualquier manera. Escribo esto, literalmente, con mano pesada; estoy tan cansado, que me caigo mientras me encuentro aquí sentado. Lo que sucedió en Jonestown fue que la masa huyó de pánico inspirada por el dios loco; pánico que condujo a la muerte, el resultado lógico del impulso del dios insano. Para ellos no hubo puerta de salida. Uno debe estar en posesión del dios loco para comprender esto, para comprender que una vez que sucede, no hay puerta de salida, porque el dios loco se encuentra en todas partes. No es razonable que novecientas personas se unan en su propia muerte y en la muerte de sus hijos, pero el dios insano no es lógico, no lo es en el sentido en que nosotros comprendemos el término.
  • Hombre de las cavernas – Barón Rojo

    Soy un ser extraño en la ciudad, soy un hombre feliz, no aguanto la cola del autobús, ni de caja Madrid. Vivo en una cueva sin ascensor, no hay teléfono móvil ni fax. Soy el hombre de las cavernas, soy un hombre de neandertal, nunca me corto la melena, no hago vida social. Si quiero ir al cine o a desayunar no me dejan entrar, me cubro con pieles de un animal, hace un frío glacial, no hago otra cosa que deambular por las calles de esta ciudad. Soy el hombre de las cavernas, soy un hombre de neandertal, yo no hago vida moderna, soy del Jurassic Park. Nunca voy al hiper ni a fichar, soy bestial, hago fuego como el hombre de neandertal. Soy el hombre de las cavernas, soy un hombre de neandertal, nunca me corto la melena, no hago vida social. Soy el hombre de las cavernas, soy un hombre de neandertal, yo no hago vida moderna, soy del Jurassic Park.